El futón ha sido el elemento tradicionalmente usado para el descanso en Japón durante siglos, considerados por muchos como su cama. Se trata de un colchón de baja altura, hechos de algodón, que se coloca directamente sobre el tatami, el cual actúa como base. Estos futones están diseñados para ser ligeros y fáciles de mover, permitiendo guardarlos durante el día para aprovechar el espacio.
Origen del futón
Los primeros futones fueron conocidos como kaimaki, y su origen se remonta al kimono. A diferencia de los muebles actuales, estos futones eran considerados más bien prendas de vestir, razón por la cual se guardaban en los armarios cuando no se usaban.
Durante la era Nara (710-794), cuando los tatamis se establecieron en su forma definitiva, la nobleza, como aristócratas y monjes, dormían directamente sobre estos como cobija.
A finales del período Edo (1603-1868), ya en el siglo XIX, se comenzó a utilizar cobertores cuadrados en lugar de ropa. Y en la era Meiji (1868-1912), aparecieron los futones rellenos de algodón.
Tipos de futones
Ahora que sabes qué es un futón y cuál fue su origen, es probable que quieras conocer los diferentes tipos disponibles en el mercado:
- Futón de algodón: este es el futón tradicional, hecho a mano mediante la superposición de capas horizontales de algodón natural al 100%. Las capas se mantienen juntas mediante botones o nudos, lo que evita que se deslicen y asegura un descanso reparador.
- Futón de lana virgen: caracterizados por ser cálidos y saludables, están fabricados a mano mediante una técnica que superpone capas de lana virgen cosidas para evitar que se desplacen. La lana mantiene sus propiedades antibacterianas y tiene la capacidad de absorber el sudor durante el sueño.
- Futón de algodón y cáñamo: se fabrica similar al tradicional de algodón, pero incorpora un núcleo de cáñamo en un tercio de su grosor total. El cáñamo otorga mayor firmeza al futón, mejorando su comodidad, además de ser un material con propiedades antibacterianas.
- Futón de bambú y látex: con un núcleo de látex natural de 13 cm de grosor y recubierto por una fibra de bambú en ambas caras, este futón tiene el grosor total de 20 cm. La fibra de bambú aporta frescura y firmeza al futón.
Ventajas y desventajas de usar un futón
Dormir en un futón ofrece muchas ventajas, entre las que destacan:
- Son fabricados de manera artesanal utilizando materiales naturales.
- Su proceso de producción evita el uso de productos químicos o tintes dañinos, ideales para personas alérgicas.
- Requieren de poco mantenimiento.
- Son perfectos para espacio pequeños.
- Los futones conservan su forma a lo largo del tiempo, sin afectar negativamente en la salud de la columna vertebral.
Una de las principales desventajas de los futones es que, aunque están cuidadosamente cosidos y anudados para mantener su forma, es recomendable sacudirlos de vez en cuando, como se hacia con los colchones antiguos. Esto ayuda a evitar que el algodón o la lana se acumule en ciertas áreas.