Si es de tu interés saber a qué hora debes acostarte y despertarte, para sentir que descansaste plenamente y estar con energía durante el resto del día, encontraste el lugar correcto.
Este artículo y nuestra calculadora de sueño tienen la respuesta. ¡Vamos a verlo!
Calculadora de ciclos de sueño
Dormir es una fuente de vitalidad que tiene efectos muy positivos en nosotros y calcular correctamente los ciclos de sueño nos ayudará a perder peso, mejora nuestra memoria e incrementa la creatividad, al mismo tiempo que protegemos el corazón y reducimos el riesgo de sufrir depresión.
Introduce las horas en las que deseas acostarte o despertarte, y la herramienta te indicará las opciones más favorables.
El tiempo que empleamos en dormir nos hace estar más sanos, ya que nuestro sistema inmunitario utiliza el tiempo de sueño para regenerarse de forma continua.
Teniendo en cuenta esto, recomendamos calcular tus propios ciclos del sueño para que te vuelvas consciente de ellos y logres conseguir un descanso verdaderamente reparador.
¿Qué es un ciclo del sueño?
Un ciclo del sueño no es más que las distintas etapas a través de las cuales pasamos mientras dormimos. Normalmente, un ciclo del sueño se compone de cuatro etapas principales.
Las etapas 1, 2 y 3 son conocidas como NREM (sueño sin movimientos oculares rápidos), mientras que la cuarta y última etapa es conocida como REM (movimiento ocular rápido).
Etapa 1: Sueño ligero
Durante esta fase inicial, nos empezamos a adormecer y nuestro cerebro produce ondas cerebrales de mayor amplitud y menor frecuencia.
Es en este momento que nuestros ojos se mueven lentamente y es fácil despertarse.
Etapa 2: Husos de sueño
En esta etapa, nuestro sueño se vuelve más profundo. Las ondas cerebrales continúan disminuyendo en frecuencia, y se presentan breves ráfagas de actividad cerebral rápidas conocidas como husos del sueño.
También pueden aparecer ondas cerebrales grandes llamadas complejos K. Durante esta etapa, nuestro cuerpo se relaja aún más y la temperatura corporal disminuye.
Etapa 3: Sueño Delta
Durante esta etapa, se alcanza un sueño aún más profundo. Las ondas cerebrales son más lentas y de mayor amplitud, y se conocen como ondas delta.
Es en esta etapa cuando resulta más difícil despertarse.
Etapa 4: REM
Es en este momento cuando ocurren los sueños más vívidos.
Durante esta fase, el ritmo cardíaco y la presión arterial aumentan, la respiración se vuelve más irregular, y los músculos se paralizan temporalmente para evitar que actuemos en el exterior mientras soñamos.
El sueño REM es esencial para el procesamiento de emociones y el aprendizaje.
Entendiendo las fases de sueño
Estas cuatro etapas del sueño se repiten a lo largo de toda la noche, y es importante pasar por todas ellas para obtener un sueño de calidad y una sensación de descanso rejuvenecedor.
Si existen varias etapas, cada etapa debe tener un lapso de culminación para el comienzo de la siguiente. Un ciclo completo de sueño dura aproximadamente entre 90 y 120 minutos.
Ahora bien, basándonos en la información anterior ¿Podríamos decir que 120 minutos por cada lapso es igual a 8 horas? Entonces te estrás preguntando ¿Si duermo menos no descanso?
No necesariamente. La calidad de descanso es algo muy personal, propio de cada persona, y es por esto que recomendamos de ante mano calcular tus ciclos de sueño con nuestra calculadora.
¿Cuántas horas debo dormir?
Aclarando la duda expuesta en el anterior párrafo, no se trata de una imposición de horas especifica de sueño para que descanses plenamente, sino que va más ligado a tu edad y a tus necesidades individuales.
Estudios científicos exponen que los recién nacidos necesitan dormir entre 14 y 17 horas al día, mientras que los niños en edad preescolar requieren alrededor de 10-12 horas.
Los adolescentes y adultos jóvenes generalmente necesitan entre 7 y 9 horas de sueño por noche, aunque esto puede variar según las necesidades de cada persona.
Tips para dormir mejor
- Establece una rutina de sueño regular: Intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días para entrenar a tu cuerpo a tener un horario de sueño constante.
- Crea un ambiente adecuado para el sueño: Asegúrate de que tu habitación esté oscura, tranquila, y a una temperatura agradable. Si es necesario, utiliza tapones para los oídos, antifaces para dormir, y regula la temperatura de la habitación.
- Evita el consumo de cafeína y alcohol: La cafeína es un estimulante que puede dificultar el sueño, así que evita tomar bebidas con cafeína como café, té, o refrescos especialmente por la tarde-noche. Además, el alcohol puede interrumpir el sueño y causar despertares nocturnos.
- Limita la exposición a dispositivos electrónicos antes de dormir: La luz azul emitida por pantallas de teléfonos, tabletas, o computadoras puede interferir con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Trata de apagar los dispositivos al menos una hora antes de acostarte.
- Practica la relajación antes de dormir: Realiza actividades que te ayuden a relajarte antes de dormir, como tomar un baño caliente, leer un libro, meditar, o practicar ejercicios respiración profunda.
- Haz ejercicio regularmente: El ejercicio regular puede mejorar la calidad del sueño. Sin embargo, evita hacer ejercicio intenso justo antes de acostarte, ya que puede aumentar la energía y dificultar el sueño.
- Evita siestas largas durante el día: Si tienes problemas para conciliar el sueño por la noche, limita las siestas durante el día a 20-30 minutos y evita hacerlas demasiado tarde en el día.
- Mantén una dieta equilibrada: Una alimentación saludable puede tener un impacto positivo en la calidad del sueño. Evita comidas pesadas y picantes antes de acostarte, ya que pueden causar malestar estomacal y dificultar el sueño.
- Por último, y no menos importante, un colchón adecuado a ti: Muchas personas no le prestan atención a su colchón, pudiendo ser este un impedimento para la correcta conciliación del sueño reparador. Existen múltiples colchones que se adecuan según tus necesidades individuales.
Preguntas frecuentes sobre el sueño y nuestra calculadora
Mejora la memoria, creatividad, protege el corazón, nos sentimos mejor durante el día, y reduce el riesgo de depresión, entre muchos otros beneficios más.
De un sueño no reparador, pueden derivar la falta de concentración, fatiga y somnolencia durante el día, aumentando el riesgo de accidentes, dificultades para tomar decisiones, problemas de memoria, irritabilidad y cambios de humor. También va debilitando progresivamente el sistema inmunológico y aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como enfermedades del corazón, diabetes y obesidad.
Un ciclo de sueño completo dura aproximadamente entre 90 y 120 minutos.
Depende de la edad: recién nacidos (14-17 horas), niños preescolares (10-12 horas), adolescentes y adultos jóvenes (7-9 horas).
El sueño no se recupera de la misma manera que se recuperan otras funciones del cuerpo, como el cansancio físico. Sin embargo, es posible compensar la falta de sueño acumulando horas de sueño en las noches siguientes.
Establecer una rutina, crear un ambiente adecuado para dormir, evitar cafeína y alcohol, limitar la exposición a dispositivos electrónicos, practicar la relajación, hacer ejercicio regularmente, evitar siestas largas, y mantener una dieta equilibrada. También te recomendamos echarle un vistazo a nuestra sección de preguntas frecuentes para mejorar tu calidad de descanso.
Por supuesto que sí, es una herramienta importante porque nos ayuda a entender y evaluar nuestros hábitos de sueño para poder realizar los ajustes necesarios y mejorar nuestra calidad de descanso. Si luego de esta lectura, te surgen más preguntas sobre el sueño o nuestra calculadora, ¡Puedes preguntarnos! Te responderemos con la mejor atención y cariño.