El paso de la cuna a la cama es algo emocionante y, a veces, algo lleno de nervios tanto para los padres como para los niños. El cambio no solo conlleva a un cambio físico, sino también emocional. Es aceptar que nuestros hijos crecen y que hay que adaptarse a sus distintas etapas.
Cómo darse cuenta de cuándo cambiar de la cuna a la cama
Cada niño es único, pero hay ciertas señales que indican que ha llegado el momento de hacer el tan mencionado cambio.
- Escalar la cuna: Si tu hijo comienza a intentar salir de la cuna, es una clara señal de que puede estar listo para una cama. Esto puede ser peligroso, así que es mejor actuar antes de que ocurra un accidente.
- Crecimiento físico: A medida que los niños crecen, la cuna puede volverse incómoda. Si se siente apretado o si sus pies sobresalen, es más que señal evidente..
- Cambio en el comportamiento: Si tu hijo comienza a mostrar interés en dormir como los mayores, esto puede ser una buena indicación de que está listo para el cambio. Y lo mejor de ello, es que no tendrás problemas de adaptación.
- Iniciar el uso del orinal: Muchos padres eligen cambiar a la cama cuando su hijo empieza a usar el orinal, ya que esto puede facilitar las noches sin pañales.
¿Cómo hacer el cambio de cuna a cama?
Habla con tu hijo sobre el cambio y explícale que va a tener una "cama de niño grande". Es importante transmitirle lo emocionante que es esta nueva etapa en su vida.
Además, elige la cama juntos. Permitir que tu hijo participe en la elección de la cama puede hacer que se sienta más entusiasmado y comprometido con el cambio, fomentando así su sentido de pertenencia.
Es crucial mantener la misma rutina de descanso. Intenta seguir con la misma rutina que tenías con la cuna, ya que esto ayudará a que tu hijo se sienta seguro y cómodo en su nuevo espacio.
Por último, si tu hijo es muy pequeño o temeroso, considera comenzar con un colchón en el suelo. Esta puede ser una buena opción antes de pasar a una cama normal, brindándole una transición más suave al nuevo entorno.
Cómo hacer que se sienta seguro en su propio cuarto
La seguridad emocional es muy importante en la transición de la cuna a la cama. Para ayudar a tu hijo a sentirse más cómodo en su propio cuarto, considera involucrarlo en la decoración, permitiéndole elegir colores y temas que le gusten.
Asimismo, el utilizar una luz suave suele ayudar a calmar el miedo a la oscuridad y hacer que la habitación se sienta más acogedora. Además, objetos como un peluche o una manta pueden darle la seguridad que quiere para dormir solo.
Mejores camas para un niño
A continuación te damos las opciones más populares para realizar el cambio.
- Camas individuales: Una cama individual es una excelente opción y se puede utilizar durante muchos años.
- Camas tipo loft: Si el espacio es pequeño, una cama tipo loft es buena idea, ya que libera espacio en el suelo para jugar.
- Camas con almacenamiento: Algunas camas vienen con cajones debajo para almacenamiento extra, siendo perfecto para guardar juguetes y ropa de cama.
- Camas temáticas: Si tu hijo tiene un personaje o tema favorito, hay camas que se adaptan a esos gustos.
Pasar de la cuna a la cama es importante en el crecimiento de tu hijo/a, que además, viene cargado de nuevas experiencias y oportunidades.
Al hacerlo, recuerda tener paciencia y consideración, con esto lograrás que se sienta cómodo y seguro de dar el paso. Cada niño hace las cosas a su propio ritmo, y adaptarse a ellos hará que sea de mejor manera.